Pájaros es una obra musical basada en el canto de los pájaros del Uruguay.
Esta idea nació accidentalmente, pero al conocer el trabajo del compositor francés Oliver Messiaen, quedé íntimamente inspirada y vinculada a su trabajo ornitológico y desarrollo de lógicas métricas complejas y naturales. Así recordé la capacidad de sensibilizarme ante los eventos de carácter natural.
Cada música tiene un tratamiento exhaustivo del material sonoro, generando para cada música un carácter, un Pájaro.
La aplicación de diferentes técnicas compositivas, genera eventos muy genuinos, donde aparecen el texto, la improvisación libre, texturas, la complejidad métrica y armónica y el uso de tecnología.
Este trabajo tiene aproximadamente 8 años de investigación, tratando de ser lo más fiel posible a la naturaleza y lo más alejado a la arbitrariedad humana.
La instrumentación fluctúa entre lo tradicional y lo no tradicional. Con piano acústico, sintetizadores, contrabajo y técnicas extendidas, batería, vibráfono, metales exóticos, voces con efectos, guitarra, violoncelo y computadora.
El lugar que toma la improvisación libre en algunos momentos tiene un tratamiento inducido. Marcamos una partitura emocional y trabajamos esa “escena”, ese subtexto espontáneamente; dando así, un vínculo directo al estudio del carácter de cada pájaro como motor para el impulso sonoro.
Es así que las músicas están vinculadas no por estética sino por naturaleza, siendo cada una muy diferente a la otra pero de la misma especie.
Este trabajo tiene como condición favorable que nadie es ajeno a la naturaleza, y por ende la identificación del vínculo de la fuente es inmediato e igual para todos… eso acerca un lenguaje que, en otro contexto, se volvería “erudito” o “raro” acá ,se vuelve salvaje e instintivo, como un pájaro.
La música como sabemos es una de las artes más fuertes e influyentes, es necesario realizar apuestas al uso con fundamento del sonido como fenómeno físico/ artístico.
El sonido es natural en el ser humano, pero el trabajo artístico es otra cosa, es la responsabilidad de generar un material limpio de arbitrariedades o de prejuicios personales, que puedan inspirar al despertar, al cuestionamiento, a la conexión con lo “de afuera” y con “lo de adentro”.
Este trabajo implica, para cada intérprete, una concentración y trabajo interpretativo intenso, dado que los subtextos para cada improvisación e interpretación condicionan un conocimiento del pájaro, del carácter del mismo, por ende nos encuentra a nosotros mismos en ese estado.
Sabemos que cuando eso pasa en escena, el auditorio escucha más profunda y amplia y este es uno de los aportes que creemos primordial.